Por R. Scott Clark (For Those Just Tuning In: What Is The Federal Vision? | The Heidelblog, 8 de noviembre de 2013).
En la radio se supone que el presentador debe «reiniciar» el programa a intervalos regulares. Tiene que recordarles a los oyentes qué programa están escuchando y en qué cadena o emisora. Una de las razones por las que el presentador hace esto es porque algunos oyentes apenas acaban de sintonizarse.
Algunas personas «apenas acaban de sintonizarse,» por así decirlo, a la controversia de la Visión Federal (VF), y este podría ser un buen momento para reiniciar el programa.
El movimiento de la VF se originó con el Rev. Norman Shepherd, que en ese entonces enseñaba teología sistemática en el Westminster Theological Seminary/Philadelphia (WTS/P). En 1974 definió la fe, en el acto de justificación, como «fe y obras.» Eso no se refería a que, en la justificación, la fe es «recibir y descansar,» y las obras son una evidencia y, por tanto, una especie de justificación vindicativa de la afirmación de que se cree. Nada así de matizado y reformado. Más bien, afirmó rotundamente que la fe tiene dos partes en la justificación. Cuando eso creó un previsible revuelo, modificó su lenguaje para usar el concepto «fidelidad.» Al mismo tiempo, él y otros se dedicaron a revisar la teología del pacto. En el bautismo, escribió, todos estamos unidos a Cristo y recibimos los beneficios de Cristo temporal y condicionalmente. ¿Cuál es la condición para conservarlos? ¡Fidelidad!
Tras una larga lucha, fue despedido del WTS/P en 1981. El movimiento se volvió silencioso y, hasta cierto punto, clandestino. Shepherd había enfrentado cargos en su presbiterio de la OPC [Orthodox Presbyterian Church], pero sobrevivió a los cargos la primera vez. Después de su despido, los cargos iban a ser presentados ante el presbiterio de nuevo, pero su petición de ser transferido a la Christin Reformed Church (CRC) llegó primero al orden del día. Sirvió a la CRC como ministro «conservador» argumentando en contra de la ordenación de mujeres al cargo pastoral (ganando así adeptos en la CRC) y dio una serie de tres conferencias en el Mid-America Reformed Seminary (MARS). Las cintas de esas conferencias (el mismo material que había enseñado en WTS/P y el material que apareció en su folleto, El llamado de la gracia) influiría en un número de personas, incluyendo a John Barach, y ayudó a promover el movimiento de la VF. Cuando se retiró, hacia 1998, comenzó a hablar y escribir de nuevo sobre la justificación y el pacto, ayudando a estimular las controversias actuales.
Mientras esto sucedía, el estudio académico del Nuevo Testamento estaba siendo sacudido por un movimiento que reconsideraba la naturaleza del judaísmo del siglo I (segundo templo). En 1974 se argumentó (más o menos al mismo tiempo que Shepherd revisaba las doctrinas del pacto y la justificación) que los rabinos tenían una religión de gracia y no de obras. Esta afirmación llevó a la revisión de la comprensión de Pablo (que había estado en curso desde el siglo XIX). Pablo, argumentan, no estaba tan preocupado por cómo estamos ante Dios (no, sólo pensamos eso porque estábamos leyendo a Lutero en Pablo) sino más bien quién está «dentro» o «fuera» del pacto. Este movimiento llegó a conocerse como la Nueva Perspectiva(s) de Pablo (NPP).
Estos movimientos paralelos convergieron en una serie de conferencias en la Iglesia de la Avenida Auburn y se dieron a sí mismos el nombre de: La Visión Federal. Inicialmente afirmaban estar recuperando la auténtica teología reformada. Afirmaban que la teología reformada americana había sido corrompida por los movimientos avivacionistas (sobre lo que tenían razón, al menos en parte). Estaban profundamente influidos por Shepherd y también inspirados por las ideas de los escritores de la NPP. Muchos de los líderes también se habían identificado con la teonomía en los años 70 y 80. James Jordan, uno de los padrinos de ese movimiento, también estaba influyendo en este nuevo movimiento.
El movimiento VF era (y es) dispar. Algunos de los líderes carecen de educación teológica formal (por ejemplo, Doug Wilson). Algunos tienen doctorados (por ejemplo, Peter Leithart y Jeff Myers). Su pretensión original de recuperar el cristianismo histórico reformado ya no es sostenible, por lo que ahora suelen afirmar que están descubriendo una forma «más bíblica» de cristianismo, que están continuando la labor de la Reforma. La afirmación de haber descubierto algo nuevo e interesante y de ser más bíblico, por supuesto, atrae la atención de, si se me permite ser franco, evangélicos ingenuos que no conocen la Reforma o la historia de la teología y la exégesis reformada en primer lugar, pero que tal vez se sienten atraídos por la doctrina de la predestinación y predispuestos a lo novedoso.
Lo problemático de decir que están reformando a las iglesias reformadas es, por supuesto, que al final la VF termina defendiendo puntos de vista ya considerados y rechazados por las iglesias Reformadas. La mayor parte de lo que la VF está vendiendo es muy parecido en sustancia a lo que la iglesia medieval enseñaba y de lo que los Remonstrantes enseñaron en reacción a la doctrina de la Reforma de la justificación: sola gratia, sola fide.
A partir de finales de los 90s hubo una avalancha de libros y, antes de ellos, una lista de blogs (varios VF fueron los primeros en adoptar el medio y eso hizo avanzar mucho su causa), sitios web y listas de discusión que propagaron la VF ampliamente por la red. Las iglesias confesionales y ortodoxas, los seminarios y los pastores tardaron en responder. No fue sino hasta que un anciano en la OPC fue condenado por enseñar algo parecido a la VF (condena que fue revocada en apelación), que mucha gente confesional empezó a prestarle atención a esta controversia.
La otra dificultad para evaluar el movimiento es que ha sido algo cambiante y amorfo. Si parecían estar inventándolo sobre la marcha, ¡es porque eso era lo estaban haciendo! Era un movimiento parecido a una hidra a la que parecía crecerle una nueva cabeza cada vez que se le cortaba una. Sin embargo, a principios de la década de 2000, las líneas principales del movimiento estaban quedando claras:
En el bautismo todo bautizado recibe todos los beneficios de Cristo (elección, unión con Cristo, justificación, adopción) de modo que se está en «el pacto» por la gracia, pero se conservan estos beneficios y se permanece o se llega (han dicho ambas cosas) a ser elegido, unido a Cristo, y justificado mediante la cooperación con la gracia confiando y obedenciendo. Este fue su plan para combatir el antinomianismo evangélico. Por supuesto, es un viejo brebaje llamado moralismo y ha estado en el grifo desde siempre.
Al mismo tiempo, el movimiento FV también redefine la teología del pacto para decir que hay un solo pacto. La teología histórica reformada había afirmado tres pactos:
1) un pacto pre-temporal entre el Padre y el Hijo (e implícitamente el Espíritu Santo) para lograr la redención de los elegidos y aplicarla a ellos;
2) un pacto de obras antes de la caída;
3) un pacto de gracia después de la caída.
La VF afirma un solo pacto: un pacto de gracia condicional antes de la caída y un pacto de gracia condicional después de la caída. La VF generalmente rechaza el pacto pre-temporal. Esta versión de la teología del pacto también ha tenido apoyo entre ciertos teólogos reformados holandeses en el siglo XX (lo que sirvió de antecedente a la controversia actual). Esta reconstrucción de la teología del pacto sirvió al movimiento de la VF, ya que les permitió enfatizar la gracia–¿y quién puede criticar la gracia?–y les permitió ir infiltrando en el pacto de gracia condiciones que apoyaban su doctrina de la justificación a través de su concepto de fidelidad (confianza, santidad forjada por el Espíritu y cooperación con él en buenas obras).
Esta versión de la teología del pacto aparentemente abundante en gracia es en gran medida hija del espíritu de la época. En el siglo XX, hubo serias críticas a la teología histórica reformada por ser «legalista» (por enseñar un pacto de obras anterior a la caída y por enseñar que la obediencia de Jesús es el fundamento legal de nuestra justificación). Esto les permitía publicitar sus puntos de vista no sólo como llenos de gracia–lo que resultaba atractivo para quienes acababan de descubrir las doctrinas de la gracia, y a quienes huyen del legalismo fundamentalista–sino también como nuevos y mejorados.
Por supuesto que ni la VF ni los recién llegados atraídos por ella reconocieron o admitieron que, habiendo quitado el pacto de obras de Adán y Cristo, ahora depende de nosotros cooperar con la gracia y así cumplir «nuestra parte» del pacto. ¡Esto tiene el efecto de colocar al cristiano en un pacto de obras! No resultó ser a final de cuentas una teología pactual tan abundante en gracia.
Junto con este paquete, el movimiento de la VF también ofrece la paido-comunión (comunión infantil) que atrae a los bautistas recién convertidos al paido-bautismo (bautismo infantil) que aún no ven la distinción reformada entre el bautismo como signo/sello de iniciación en la comunidad del pacto visible y la Cena como signo/sello de renovación del pacto, es decir, asumir las promesas del pacto sólo por la gracia, sólo por la fe. El movimiento hacia la paidocomunión fue atractivo y alimentado por aquellos en el movimiento de la VF que, insatisfechos con lo que consideran la «estéril» distinción reformada entre Dios y el hombre, se sienten atraídos por la [Iglesia] Ortodoxa Griega. Recordemos que este movimiento está en las márgenes de la teología, piedad y práctica reformadas y sirve como una especie de casa a medio camino para los que entran en las iglesias reformadas y también para los que salen de ellas. Como tal, el movimiento de la VF ha tenido una influencia desproporcionada en los ex-fundamentalistas que han descubierto la teología reformada. En lugar de descubrir a Calvino, Ursino y Hodge, han descubierto a Rushdoony y Bahnsen (quienes les dieron respuestas virtualmente aprobadas por Dios a todas sus preguntas éticas), y a Wilson, Barach y Schlissel (en Internet) y a los otros líderes del movimiento de la VF.
Al igual que con la «Controversia Shepherd» original en el WTS/P (1974-81), los ortodoxos rechazaron la VF de forma bastante sensata. Westminster Seminary California (WSC) emitió una declaración en contra de la VF que dio a conocer en un congreso. Un par de años más tarde produjo una respuesta de la extensión de un libro a los movimientos de la VF y la NPP. Este tomo y otros similares de Guy Waters, Cornel Venema, el profesorado de MARS, el Comité de Justificación de la OPC (recomendado por la Asamblea General de la OPC) y libros editados por Gary Johnson y Guy Waters constituyeron una respuesta exhaustiva y, para la mayoría de los reformados, convincente a la VF/NPP y una reafirmación del punto de vista bíblico tal como lo entienden las iglesias reformadas. Aquí hay una lista de esos recursos [en inglés].
En la actualidad, el movimiento de la VF ha sido rechazado por varias de las principales denominaciones del Concilio Presbiteriano y Reformado de América del Norte (NAPARC [por sus siglas en inglés]). Entre las denominaciones que han rechazado la VF están: La Iglesia Presbiteriana en América [PCA], la Iglesia Presbiteriana Ortodoxa [OPC], las Iglesias Reformadas Unidas [URCs], la Iglesia Reformada en los Estados Unidos [RCUSA] y las Iglesias Cristianas Reformadas Ortodoxas [OCRC]. La Iglesia Presbiteriana Reformada de Norteamérica [RPCNA] tiene un comité de estudio. Las URCs han rechazado la VF al afirmar la justificación por la fe sola, sin obras, y al afirmar la imputación de la obediencia activa. Las URCs también adoptaron una declaración de Nueve Puntos en la que las URCs rechazaron la VF por completo. También establecieron un comité de estudio para explicar a las iglesias con más detalle los motivos para rechazar los movimientos NPP y VF. Ese informe está programado para presentarse en 2010. Hay un caso de disciplina relacionado con la VF pendiente en la PCA.
Dado que la mayoría de las iglesias de la NAPARC han rechazado la VF, el principal hogar eclesiástico del movimiento de la VF se ha convertido en un grupo llamado Comunión de Iglesias Evangélicas Reformadas (CREC). Esta denominación está dirigida por Douglas Wilson, un conservador religioso, social y educativo elocuente pero confuso. Después de haber sido un arminiano evangélico (de las Iglesias Evangélicas Libres), ha fundado su propia denominación pluralista (que permite congregaciones bautistas y paidobautistas) con su propia confesión, su propia editorial y su propia universidad y seminario. Varios de los principales exponentes de la VF se han alineado con la CREC y se espera que otros hagan lo mismo en el futuro. La CREC no es reconocida por la NAPARC como una denominación reformada y no está en comunión eclesiástica formal con la OPC, las URC, la PCA o la RCUS.
Si usted es nuevo en la fe reformada, ¡bienvenido! Por favor, comprenda que, aunque estas cuestiones puedan ser nuevas y emocionantes para usted, muchos de nosotros ya hemos trabajado en ellas. Si sólo conoce estas cuestiones a través de la web o de conversaciones personales y similares, y si no se ha tomado el tiempo de leer el planteamiento ortodoxo de las doctrinas del pacto y la justificación en forma impresa, por favor, antes de decidirse, tómese el tiempo de leer las respuestas escritas y publicadas a la VF/NPP.
A lo largo de los años he recibido varios mensajes de jóvenes que inicialmente estaban enamorados de la VF y que, después de tiempo y reflexión, han llegado a rechazarla por las razones expuestas aquí. Como mi viejo amigo Norman Hoeflinger solía decir sobre la teología de Shepherd (Hoeflinger estaba en la junta de la WTS/P y votó contra Shepherd en 1981): Simplemente no es una buena nueva.
Decir «Aquí tienes un regalo y esto es lo que tienes que hacer para conservarlo» no son buenas noticias para los pecadores que no pueden hacer «su parte», ni siquiera con la ayuda de la gracia. Si «la gracia y la cooperación con la gracia» son tan buenas noticias, ¿por qué no saltarse la VF y simplemente hacerse católico romano? ¿Honestamente? Esa ha sido la doctrina romana consistente desde la temprana edad media. Ha sido la doctrina romana oficial desde la sesión 6 del Concilio de Trento.
De acuerdo con la comprensión reformada de las Escrituras, Jesús ha guardado la ley para todo su pueblo cumpliendo la promesa que hizo a su Padre. La obediencia de Cristo en el cumplimiento del deber de Adán es la base de la declaración de Dios para y sobre todos los que confían sólo en Cristo y en su obra terminada: sois justos. Esa es la buena noticia y esa es la teología bíblica del pacto y la doctrina bíblica de la justificación. El pacto de gracia no es sólo otro pacto de obras con un poco de gracia rociada por encima. No, el pacto de la gracia es realmente pleno en gracia. Es gratuito. No se puedes hacerte acreedor a nada con Dios. Es incondicional. En la justificación, la fe no es confiar y obedecer. Es solamente confiar en Cristo y en su obra consumada en favor de los pecadores.
Sí, debemos obedecer la santa ley de Dios, pero lo hacemos por gracia y por gratitud y sólo como evidencia de la nueva vida que Dios nos ha dado en Cristo por gracia (Catecismo de Heidelberg, preguntas y pespuestas 86-129). Sin embargo, si no entendemos bien nuestra teología del pacto y nuestra doctrina de la justificación (Catecismo de Heidelberg, preguntas y respuestas 21, 60), no tenemos ninguna base para una vida cristiana y nos encontraremos atrapados de nuevo en el mismo tipo de legalismo del que la Reforma (y antes de eso, ¡el apóstol Pablo!) nos liberó.
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R. Scott Clark es un teólogo, historiador y ministro reformado estadounidense educado en la Universidad de Nebraska, Westminster Seminary California (M.Div.) y en la Universidad de Oxford (D.Phil). Ha sido profesor en Wheaton College, Reformed Theological Seminary Jackson, Concordia University y, desde 1997, es profesor de Historia de la Iglesia y Teología Histórica en Westminster Seminary California. Es ministro de las United Reformed Churches y autor y editor de varios libros.
Traducción: Rafael Segovia Tovar.
Ver también: Pablo sobre la justificación de Abraham por la fe (Génesis 15 y Romanos 4); Sermón: El pacto de obras o de creación de Génesis 2:4-3:24 (audio); Sermón temático: Sola gracia (audio); Antiguo y Nuevo Testamentos: ¿Diferentes fotos o una misma película?; El Pacto Abrahámico en el desarrollo progresivo del Pacto de Gracia; Sermón temático: El antiguo pacto y el nuevo pacto; Sermón de Génesis 15: El pacto abrahámico (audio); Transición pública del antiguo pacto al nuevo pacto en pentecostés; Sermón Rut Cap. 1: La salvación por gracia mediante la fe (no por obras) en el AT (audio); La correcta interpretación de Romanos 10:9-10 (monergismo vs. sinergismo); Efectos y alcances del pecado original (Génesis 3); Ganancias y pérdidas (Filipenses 3:7-9); Dejen de decir que el amilenialismo es pesimista y el posmilenialismo optimista.