Adaptación de un fragmento del libro Cinco mentiras de nuestra era anticristiana[1], por Rosaria Butterfield
Génesis 1 construye y progresa con un sentido urgente de armonía y poder. La prosa es concisa hasta llegar al logro supremo de la magnífica creación del hombre y la mujer. Ese párrafo es largo y líquido. En lugar de inclinar la balanza artística, la gloriosa creación del hombre y la mujer es el gran crescendo literario que muestra el punto culminante de la creación. Y el hombre y la mujer son creados con un propósito: glorificar a Dios reinando en su nombre y administrando la tierra. El matrimonio de Adán y Eva apunta primero al Dios que los hizo y, después de la caída, al Dios que promete redimirlos. Ya no hay huerto después de la caída, así que el matrimonio refleja a Cristo y a la iglesia. Tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo, el matrimonio piadoso no es autorreferencial: nunca encuentra su significado en sí mismo. La institución del matrimonio es el primer gobierno de Dios y, como tal, el matrimonio apunta al propósito de Dios en el mundo y la iglesia.
[En su libro Hombre y mujeres en la Biblia,[2]] Kevin DeYoung enlista cinco patrones que nos preparan para la gracia o para la condenación:
- Liderazgo masculino (también conocido, desde una perspectiva bíblica, como patriarcado).
- Mujeres piadosas vestidas con características heroicas.
- Mujeres piadosas ayudando a los hombres.
- Las mujeres impías que influyen en los hombres para hacer el mal, mientras que los hombres impíos abusan de las mujeres.
- Mujeres que encuentran significado, gracia y sufrimiento al tener y cuidar hijos.
El poder de estos cinco patrones reside no sólo en lo que comunican sino también en lo que son. Un patrón proporciona contornos y dirección. Nos dice cómo vivir y nos alerta de los peligros de apartarnos. Un patrón es para seguirse, para ser representado con exactitud, precisión y cuidado. Así que hemos de obedecer al Señor copiando este patrón dado en mandamientos. Si eso parece opresivo, sigue leyendo, y descubriremos quizá por qué puede ser que respondes de esta manera.
Recuerda el árbol de la ciencia del bien y del mal que estaba en el jardín del Edén. Ese árbol estaba prohibido, no porque el fruto fuera malo, sino porque servía como señal del amor de Dios. El amor y la ley de Dios van de la mano, y la tentación que tuvieron Adán y Eva fue adorar al árbol en lugar de Dios. ¿Cómo malinterpretó Adán el significado del árbol prohibido? Al fallar en el ejercicio de su papel como cabeza. Génesis 3:4-6 registra la tragedia:
Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. (Génesis 3:4-6)
Es significativo que la mujer fue engañada. Ser engañado es estar plenamente convencido de algo que simplemente no es cierto. Ser engañado significa ser tomado cautivo por la falsedad. ¿Qué tomó cautivo la serpiente? El golpe de la serpiente tomó cautivo el orden de creación.
El orden de creación del liderazgo bíblico describe la práctica bíblica del liderazgo masculino responsable, solidario y sacrificial en el hogar y la iglesia. Como complemento al papel de liderazgo del esposo, su esposa, bajo el liderazgo de su esposo, ayuda a administrar la creación de Dios y a cumplir el mandato de la creación. El liderazgo bíblico no es un mal que deba ser borrado sino más bien el diseño de Dios para expulsar a los lobos de la comunidad. Pero Adán fracasó en su liderazgo bíblico; falló en no revisar el jardín en busca del peligro de un intruso, y falló al obedecer la orden de Eva de comer el fruto prohibido. Las consecuencias de la caída son de gran alcance y mortales: “Como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” (Romanos 5:12).
Génesis capítulos 1 al 3 deja claro que el diseño de Dios para la sumisión de una esposa es bueno, glorioso y vivificante y, simultáneamente, que cualquier rechazo del orden creado por Dios—por cualquier razón—es un rechazo del diseño de Dios. Se necesita arrogancia y una mente entenebrecida para creer que se puede reescribir el plan de Dios con impunidad.
Estos capítulos iniciales de la Biblia crean un marco mediante el cual examinar el resto de la historia bíblica. El liderazgo bíblico en el matrimonio es el marco de cómo una esposa sirve como ayuda idónea. Una ayuda idónea no es un tapete. Es inteligente y fuerte y sabe pensar y aconsejar a su marido cuando se lo pide. Si bien ella también puede tener un trabajo o carrera que contribuyan al hogar, ser ayuda idónea significa que la vocación del marido es lo primero. Pero vivimos en un mundo pecaminoso donde los hombres y las mujeres han abusado de los roles que les han sido asignados. Para muchas mujeres cristianas, el modelo de Dios se siente como una carga no bienvenida e incluso puede parecer peligroso, anticuado e injusto. El patrón de Dios no es el problema. Los mandamientos de Dios nunca son gravosos (1 Juan 5:3-4). Los mandamientos de Dios expresan el amor de Dios. Si el problema no son los mandamientos de Dios, ¿cuál es? El problema es nuestra respuesta pecaminosa.
Esto nos lleva a cómo el matrimonio refleja el diseño de creación de Dios:
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo… Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido. (Efesios 5:22–24, 31–33)
En esta poderosa epístola, Efesios, Pablo vincula tres características que muestran cómo la sumisión de una esposa a su marido no es una especie de servidumbre humillante. Primero, la sumisión de una esposa a un esposo piadoso se hace “al Señor” y nunca en contra de la enseñanza clara de las Escrituras. Esto significa que, si un esposo le pide a su esposa que peque contra la palabra de Dios, estos versículos la obligan a no someterse a eso. En segundo lugar, la sumisión de una esposa a su marido es un reflejo y expresión de su sumisión a Cristo. Pablo escribe que el marido es a la esposa lo que Cristo es a la iglesia. En tercer lugar, la sumisión de una esposa a su marido refleja su respeto tanto para él como hombre como para su papel como marido. Las esposas deben respetar a sus maridos incluso cuando sus maridos fallan, especialmente cuando fallan. Dios obrará a través del esposo para bendecir a la esposa y al resto de la familia, por lo que cualquier acto de falta de respeto o negativa a someterse niega la vía de bendición de Dios. Mediante el recibir el amor, la dirección y la guía de un esposo, y luego construyendo sobre estas cosas para crear un hogar que honre al Señor en todos los aspectos, vemos que la sumisión no es un punto final sino una plataforma de lanzamiento.
El orden de la creación—no la cultura—establece un patrón para una vida piadosa:
Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué. Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo… Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón… Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón; porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero todo procede de Dios. (1 Corintios 11:2-3, 8, 11-12)
Este pasaje lleva nuestra discusión sobre la sumisión y el liderazgo a la asamblea de la adoración pública, con Pablo recordando a los corintios que el patrón que Dios estableció en el jardín es una bendición moralmente vinculante. Un patrón es un modelo para vivir correctamente. Y, por lo tanto, en la asamblea de adoración, los hombres, las mujeres y los niños deben comportarse de acuerdo con ese patrón. Los dones personales de una mujer no tienen prioridad sobre el patrón de diseño que Dios estableció en el huerto.
Estar hechos por el diseño de Dios según el patrón de la creación es, por lo tanto, una declaración tanto de lo que significa ser humano como de lo que significa interpretar un texto con precisión. Toda persona vive bajo la autoridad, influencia o manipulación de alguien o algo. Todo el mundo vive bajo soberanía, ya sea que el soberano sea Dios, los sentimientos personales o algún tirano malvado.
Estar hechos conforme a un patrón no implica tiranía de un modelo obsoleto de cortador de galletas. Los patrones bíblicos creados por un Dios amoroso para sus hijos no son rígidos. Son reveladores. Lo que hacemos con los patrones de Dios revela mucho acerca de quiénes somos.
[1] Publicado el 22 de septiembre de 2023, en: https://www.crossway.org/articles/does-the-gospel-need-a-feminist-rescue/ . El libro del que está tomado y adaptado este fragmento es Five Lies of Our Anti-Christian Age (Wheaton: Crossway, 2023).
[2] Kevin DeYoung, “Patterns That Preach” in Men and Women in the Church: A Short, Biblical, Practical Introduction (Wheaton: Crossway, 2021), pp. 36–42.
Rosaria Champagne era profesora de tiempo completo de Literatura Inglesa y de Estudios de la Mujer en la Universidad de Syracuse y una activista posmodernista lesbiana de izquierda de la comunidad LGBTQ. Una de sus especialidades académicas era la teoría queer. Tras dos años de conversaciones y de analizar la Biblia con un ministro presbiteriano reformado y su esposa, Rosaria rindió su vida a Cristo y cambió por completo su forma de pensar y su estilo de vida. Hoy, Rosaria Champagne Butterfield está casada con un ministro de la Iglesia Presbiteriana Reformada, es madre adoptiva de cuatro hijos, profesora de literatura inglesa en The Geneva College, y autora de cuatro libros cristianos, además de dar conferencias sobre su conversión y la enseñanza bíblica sobre la sexualidad.
Ver también: Las raíces del pecado sexual; Sobre las raíces liberales, catolicorromanas y marxistas de la Teología de la Liberación; La Teología de la Liberación al servicio del marxismo-leninismo; La “Ley de la racionalidad inversa” de Merold Westphal; La perfecta confiabilidad de Dios y de la Biblia; Calvino sobre la inspiración plenaria de la Biblia; Dios está airado con quienes no usan bien la luz del evangelio; Efectos y alcances del pecado original (Génesis 3); Apocalipsis 9:13-21 (La sexta trompeta): Sugerencias para reflexionar y aplicar a nuestras vidas; Pascal: Cuando veo la ceguera y miseria del hombre…; Pascal: Descubrir la cura para nuestras miserias no está dentro de nosotros; Nulidad de los oficios eclesiásticos no prescritos en la Biblia; La lógica de la inerrancia bíblica en el libro de Apocalipsis (sumario).